
El reconocimiento y acogida de la obra en el ámbito cultural de la sociedad, estuvieron alejados de los que su autor obtuvo, durante su agitada vida –algunos de sus aconteceres relataremos desde estas páginas-, de su pensamiento político y religioso, por parte de sus máximos representantes institucionales.
Atrás quedaban seis años de intenso trabajo de su autor, ex-presidente del Cantón Murciano, último baluarte de la República Federal, extinguida seis meses después de haber nacido. Seis años de exilio en París, paréntesis entre su breve culminación política y el retorno a España, para continuar difundiendo su pensamiento, también el político, con su pluma, ya alejado definitivamente de los foros de debate y decisión de la caótica política que, durante varios decenios más, sacudiría hasta sus cimientos a la sociedad española.